A cuantos no se nos ocurrió que algún buen día, decidíamos emprender el vuelo, saludar a un amable Sr.Pájaro y sentarse en las nubes a tomar el té mientras transcurre el día.Tal vez no a cualquiera.
Propongo que un día salgamos y confiemos nuestros temores y secretos a la primera estrella de la noche.Y así soñemos, alimentando las esperanzas aquella noche mágica.
Bienvenidos sean todos.